La British Broadcasting Corporation (BBC), tiene un largo historial de prohibir canciones que no se ajustan a lo que consideran lo más apropiado. Un caso conocido fue el de los Beatles, cuando la cadena prohibió “A Day In The Life”. La empresa aseguró que la canción tenía un significado «siniestro».
Otro ejemplo similar fue el que vivió Bob Dylan en 1962 con su track “Baby, Let Me Follow You Down”. La razón se debió a la letra de la canción en la que el nombre de Dios es usado en vano en distintas oportunidades.
Esto, en una sociedad tan religiosa como la británica, y en el contexto de los 60, fue motivo suficiente para que la cadena decidiera no pasar el track en el que se repetía la frase «God Almighty world».
De igual manera, la BBC prohibió difundir el single de Elvis Presley, “Hard Headed Woman” en 1958, dado que incluía referencias bíblicas como el relato de Adán y Eva, así como la historia de Sansón y Dalila.